La expresión «el mejor amigo del hombre» va más allá de solo compañerismo, amor incondicional, fidelidad y protección, se trata también de una liberación de oxitocina, que es la hormona que se vincula al apego de los seres humanos y animales, esto se produce desde el contacto visual que se mantiene con el animal, por muy sorprendente que parezca, son datos reales y veraces, que fueron establecido por un grupo de científicos especializados.
Los perros son capaces de trasmitir emociones y sensaciones positivas en todo momento y lugar a cualquier persona, haciéndolos perfectos animales de compañía para todas aquellas personas con alguna discapacidad o trastorno.
Mejor amigo del hombre
La incondicionalidad de los perros es infinita, son animales puros y llenos de amor, son los únicos que no te juzgarán por las malas decisiones que tomes en tu día a día, que no te guardará rencor por algún mal gesto que le pudiste haber hecho en algún momento, simplemente estarán allí para ti, brindándote apoyo, sin necesidad de hablar podrá transmitirte tranquilidad, ya sea moviendo su colita, apoyándose sobre ti para que lo acaricies o simplemente enfocando su mirada en ti.
La historia detrás de la frase
La frase «el mejor amigo del hombre» ha remontado muchísimos años en el tiempo, y la verdad es que data del año 1869, en Warrensburg, Misuri.
Todo inició con la amistad formada entre un granjero, originario de la región, conocido como Charles Burden, y un perro de raza Foxhound, nombrado «Old Drum». Ambos eran extremadamente unidos, y su conexión era tan evidente que nadie se atrevía a cuestionar su amistad y familiaridad.
Como la existencia de los amantes de los animales, también es evidente la presencia de aquellas personas que no se sienten atraídas en lo más mínimo por ningún tipo, y este era el caso de Samuel Fergeson, llamado por sus allegados «Dick», este hombre era vecino de Burden, y en reiteradas ocasiones, pronunció ciertas amenazas en contra del perro, demandando que se alejara de los límites de su hogar, sino mataría al animal.
Burden ignoró las amenazas y días después consiguió a su perro sin vida luego de haber recibido varios disparos por parte de Fergeson.
Dolido y enfadado se dirigió hacia las autoridades para denunciar el terrible hecho, cosa que no fue tomada en serio al inicio, incluso fue el centro de varias burlas al querer acusar a su vecino por la muerte de su perro, ya que en aquel entonces, los derechos de los animales eran nulos.
No fue sino hasta que el abogado George Graham Vest, decidió apoyar a Burden, y gracias a sus palabras y buenas defensas, fueron capaces de ganar el caso durante el juicio final, estableciendo claramente un antes y un después en el tema de la defensa de los derechos animales.

El discurso final dentro de la oratoria del abogado, fue el protagonista y el fiel motivo, de la frase tan icónica que dio la vuelta al mundo. En sus párrafos habla sobre la magnificencia de la compañía y fidelidad del perro, sobre su amor sin límites y su comprensión absoluta, trasmite el sentimiento real de la verdadera relación entre perro y dueño, dejando de lado especies, sangre y lenguajes.
Menciona puntos de alta importancia como por ejemplo la lealtad en momentos difíciles, y el compañerismo en lugares poco agradables en los que casi ningún ser humano sería capaz de estar, ni siquiera acompañando a alguien de suma estima, en cambio, el fiel amigo peludo, nunca dudará ni un segundo de estar al lado de su dueño, sin importar las condiciones económicas o climáticas que se puedan presentar.
El amor, compañerismo, constancia, perseverancia, respeto, admiración, son una de las pocas expresiones que definen a la perfección al perro. Por eso siempre diremos, el perro por siempre será, el mejor y más sincero amigo del hombre.